La temática del Día Mundial de la Salud Mental 2023 es ‘La salud mental es un derecho humano universal’. Pero, ¿crees que actualmente este es un servicio accesible para toda la población?
No, aún queda mucho por mejorar, tanto en hacerlo asequible como accesible. Fuera del ámbito privado, la dura realidad es que hay muy pocos profesionales para mucha gente.
Cuando tienes que esperar meses para contar tu problema y luego esperar otro mes para continuar con la terapia, es que todavía hay muchas cosas por mejorar.
¿Crees que todavía existe cierto tabú en torno a la salud mental? ¿Qué podemos hacer para intentar normalizarlo?
Hay muchas razones por las que la gente se resiste a ir a terapia. Aunque en un sentido cultural, siento que está mucho menos estigmatizado, al menos de una forma generalizada, y que como sociedad vamos entendiendo que absolutamente cualquiera puede pasar un mal momento y necesitar ayuda.
Para seguir normalizándolo creo que un factor importante es la educación en salud mental, y también fomentar su accesibilidad para que la gente viva su utilidad.
¿Qué 3 claves nos darías para empezar a trabajar en mejorar nuestra salud mental?
Cada persona tiene sus ‘puntos esenciales’ según sus circunstancias. Pero si me tengo que mojar, diría lo siguiente:
- Tener objetivos y metas, por la importancia del sentido de nuestras acciones para nuestro bienestar.
- Tener una rutina asumible para nuestras capacidades físicas y mentales, vivir desde la realidad de nuestros recursos y límites.
- Saber relacionarse de una manera sana, estamos en constante contacto con los demás y como manejamos nuestras relaciones puede afectar mucho a nuestra salud mental.
Por último, nuestro centro ha incorporado recientemente un servicio de psicología general. ¿Cómo influye esto de cara a nuestros pacientes?
Nuestra salud está marcada por la globalidad de nuestras circunstancias. Si tienes un problema social vas al trabajador social, si tienes un problema físico al médico, si es un problema de salud mental al psicólogo, psiquiatra o ambos.
Cuantas más áreas de la persona cuidemos, más podrá aumentar su calidad de vida.