La deshidratación: Causas, síntomas y tratamientos

Entrevistamos al Dr. Denard Blanco, Coordinador de Urgencias del Hospital Beata María Ana, que nos recuerda lo importante que es la hidratación, principalmente con altas temperaturas como las que se han alcanzado en este verano.

La deshidratación es un proceso que ocurre cuando el cuerpo no tiene el agua y los líquidos necesarios; en función de la cantidad de líquido corporal que se haya perdido o no repuesto, puede ser leve, moderada o grave. La deshidratación grave es una emergencia que pone la vida en peligro, llegando a producir la muerte de no ser tratada.

¿Cuáles son los principales síntomas que indican que una persona puede estar deshidratada?

Entre los principales síntomas de deshidratación se encuentran los siguientes:

  • Boca seca o pegajosa o lengua hinchada
  • Fatiga o debilidad
  • Irritabilidad
  • Mareos o vahídos
  • Náuseas y vómitos
  • Dolores de cabeza
  • Estreñimiento
  • Sequedad de la piel y mucosas
  • Pérdida o disminución del peso corporal.
  • Orinas concentradas de color amarillo oscuro o disminución de la micción.

La deshidratación grave o severa puede representar un riesgo para la vida y necesita tratamiento médico inmediato. Puede ocasionar los siguientes síntomas:

  • Sed extrema
  • Presión arterial baja
  • Fiebre que puede llegar a ser alta
  • Latidos cardíacos rápidos o taquicárdicos
  • Falta de micción durante más de 8 horas
  • Ojos hundidos
  • Incapacidad para sudar
  • Incapacidad para producir lágrimas
  • Desorientación o confusión

¿Qué circunstancias favorecen esta situación?

  • La deshidratación puede verse favorecida si estamos pasando un cuadro de diarrea, náuseas y vómitos, determinados tratamientos como la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía, también puede provocar estos efectos secundarios. La fiebre alta también puede provocar deshidratación.
  • Los bebés, los niños y los adultos mayores tienen un mayor riesgo de deshidratación.
  • Muchas enfermedades, como la diabetes, la fibrosis quística y la nefropatía, aumentan el riesgo de deshidratación y la necesidad de consumir líquidos.
  • Vivir, trabajar y practicar ejercicios en un ambiente con caluroso o húmedo aumenta la necesidad de consumir líquidos, porque aumentan en gran medida las pérdidas de líquidos corporales.
  • Todos perdemos agua a través del sudor. El ejercicio puede hacernos sudar más. Cuanto más ejercicio haga, más líquido necesitará consumir.

¿Qué personas son más proclives a padecerla?

Los bebés, los niños pequeños y los adultos mayores son los grupos de personas que tienen un mayor riesgo de deshidratación.

Los niños pequeños eliminan agua y electrolitos del organismo con frecuencia. Los electrolitos son minerales que ayudan a regular el cuerpo. A medida que una persona envejece, el cuerpo lentamente pierde su capacidad para conservar el agua. Los adultos mayores también son menos propensos a sentir la sed. Es posible que no coman o beban en cantidad suficiente, especialmente si viven solos.

¿Qué consejos se puede ofrecer para tratar de prevenirla?

Los siguientes consejos pueden ayudar a mantener el equilibrio de los líquidos corporales bajo control y evitan en gran medida la deshidratación.

  • Tomar abundante líquido. La cantidad de líquido necesaria todos los días para mantenerse hidratado depende de su salud, tratamiento y estilo de vida. Pregúntele al médico qué cantidad de agua debe beber. Si no le gusta el agua sola, pruebe beber agua saborizada o agregarle una rodaja de limón. Otros líquidos también pueden ayudar, por ejemplo, la leche, el jugo con bajo contenido de azúcar, el té sin cafeína y las bebidas isotónicas.
  • Recuerde evitar los alimentos y bebidas que puedan contribuir a la deshidratación. Evite el alcohol. Elija bebidas con niveles bajos de azúcar y poca o ninguna cafeína. A menudo, el agua es una mejor opción que el jugo de frutas, las gaseosas o el café.
  • Coma alimentos con alto contenido de agua. Beber agua es la mejor forma de hidratarse. Sin embargo, muchos alimentos contienen agua y también pueden ayudar a reponer los líquidos perdidos. Escoja alimentos tales como la lechuga (95 % de agua), la sandía (92 % de agua) y el brócoli (91 % de agua). La sopa, las paletas heladas y el yogur también tienen un alto contenido de agua.
  • Controle los efectos secundarios. El tratamiento del cáncer puede provocar náuseas, vómitos o diarrea. Hable con su equipo de atención médica sobre las maneras para prevenir o reducir estos efectos secundarios y cualquier inquietud que tenga acerca de la deshidratación.
  • Monitoree su entorno y actividad. No espere para beber agua u otros líquidos. Haga un esfuerzo consciente para beber de forma regular. Beba más a menudo antes de hacer ejercicio y después de exponerse al clima caluroso. Durante una enfermedad o si se siente mal, sea proactivo y beba agua para mantenerse hidratado a fin de ayudar a su recuperación.

¿De qué modo se trata de la deshidratación?

El tratamiento para la deshidratación depende de su intensidad o gravedad.

Deshidratación leve:

  • Si puede beber, tome pequeñas cantidades o sorbos de líquidos con frecuencia, en lugar de una gran cantidad de una sola vez ya que podría provocarle vómitos.
  • Tenga una botella de agua en todo momento y beba durante todo el día.
  • Beba un gran vaso de agua antes de acostarse y al levantarse todas las mañanas.
  • Chupe trozos de hielo o paletas heladas si tiene dificultades para beber o comer.
  • Aplique crema humectante en los labios agrietados y medicamento en las llagas de la boca. De este modo, comer y beber puede ser menos doloroso.
  • Si tiene diarrea, elija bebidas con sodio y potasio para ayudar a reemplazar estos minerales perdidos.
  • Si se siente cansado, mantenga hielo y bebidas a su alcance para que no tenga que levantarse con más frecuencia de lo necesario.

Deshidratación moderada: El médico puede recomendarle que beba una solución rehidratante oral si no tiene vómitos ni diarrea y si tiene buena tolerancia a los líquidos orales; de no tolerar los líquidos el tratamiento será con líquidos intravenosos.

Deshidratación grave: Su tratamiento consiste en administración de líquidos intravenosos directamente a través de una vía venosa periférica hasta que se repongan los líquidos corporales. Pasar a la vía oral una vez que sean tolerados por boca.

¿Cuál el pronóstico más habitual ante un cuadro de este tipo?

El pronóstico depende en gran medida del grado de deshidratación que sufra la persona y del tiempo que tarde en tratarse la causa y la reposición de líquidos.

El reconocimiento y tratamiento precoces de la deshidratación lleva a un restablecimiento rápido.

La deshidratación grave no tratada puede terminar en convulsiones, daño cerebral permanente o muerte.

¿Tiene consecuencias a corto – medio plazo?

Debido a que el agua es esencial para la vida de todo ser vivo, las consecuencias que provoca la deshidratación pueden ser muy amplias. Si además tenemos en cuenta que la persona que sufre deshidratación presenta dificultades para tragar o deglutir, las repercusiones sobre su estado de salud pueden ser elevadas.

  • Infecciones urinarias por una mayor concentración de la orina
  • Estreñimiento
  • Fatiga o cansancio
  • Caídas
  • Úlceras por presión
  • Dolor de cabeza
  • Hipotensión arterial
  • Somnolencia marcada.
  • Desorientación
  • Coma en los casos más graves

Consecuencias de la deshidratación sobre la deglución: 
Disminución de la producción de saliva que favorece la aparición de infecciones en la boca

  • Dificultad en la preparación del bolo alimenticio por la falta de salivación
  • Gingivitis y aftas bucales a causa de alteraciones de la saliva
  • Neumonía por broncoaspiración.

El agua es imprescindible para el correcto desarrollo de numerosas funciones vitales de nuestro organismo; hasta para respirar es necesario eliminar agua.

Aunque es preciso beber abundante agua durante todo el año, en la época de verano, con el aumento de la temperatura y los calores extremos que sufrimos actualmente, perdemos mayor cantidad de líquidos corporales, por lo que es necesario e indispensable reponerlos bebiendo mayor cantidad de agua, u otro tipo de líquidos o alimentos ricos en agua.

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