Conversamos con la traumatóloga Cristina Asenjo Gismero (@masquetrauma), del Hospital Beata María Ana de Madrid, sobre los beneficios en la salud ósea y las articulaciones de realizar deporte.
¿Existen ciertos deportes que podrían ser de riesgo para las articulaciones y los huesos a medida que envejecemos?
El deporte, como actividad física que es, no debería suponer un riesgo, al revés, sabemos que el ejercicio físico es considerado el mejor tratamiento no farmacológico que existe para patologías como la osteoporosis, la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Otra cosa es hablar de deportistas profesionales, ahí el riesgo es mayor y no se pueden considerar igual que en la población en general.
¿Qué impacto tienen los deportes de alto rendimiento en la salud ósea a edades avanzadas?
Depende de muchos factores. Está claro que a mayor edad biológica los mecanismos protectores van disminuyendo, pero si una persona mantiene una dieta equilibrada y un entrenamiento óptimo, la edad por sí misma no debería ser un factor limitante.
Hoy día vivimos en una sociedad en la que la edad cronológica no se relaciona con la edad biológica. Cada vez vemos más pacientes con edades avanzadas biológicamente que llevan una vida muy activa para lo que cabría esperar por su edad cronológica.
¿Existe una edad recomendada para evitar la práctica de deportes de alta exigencia?
Uno debe tener sentido común. No por tener 70 años se debe evitar, pero si no has realizado deporte nunca, no es lo más adecuado levantar 100 kg. Si eres una persona que lo lleva haciendo toda la vida, no tienes necesidad de dejarlo.
¿Cuáles son las formas de adaptar la práctica deportiva a medida que se envejece para reducir el riesgo de lesiones?
Esto depende del ejercicio físico o del deporte que se realice. De manera general, el factor que limita una actividad es aquella que produzca dolor. Si juegas al golf y te duele el hombro, hay algo que debe estar fallando.
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